La alegría de trabajar con indies es no saber nunca con qué te vas a encontrar. Cada año trae algo inesperado y encantador, sea cual sea tu género preferido. En este contexto, los equipos de Sony Interactive Entertainment reunieron los títulos que los hicieron reír, reflexionar y maravillarse a lo largo de 2025.
Entre los destacados aparece Baby Steps, desarrollado por Gabe Cuzzillo, Maxi Boch y Bennett Foddy y distribuido por Devolver Digital. Se trata de una aventura tan torpe como entrañable, basada en físicas exigentes que transforman cada paso en una experiencia tan caótica como divertida, capaz de generar risas genuinas desde el primer minuto.
Otro de los elegidos es Ball X Pit, de Kenny Sun y también publicado por Devolver Digital. Con una estética neón, ritmo arcade y caos constante, este título se volvió adictivo incluso para quienes solo pensaban probarlo unos minutos. Su energía desbordante lo convirtió en uno de los más “pegajosos” del año.
El misterio llegó de la mano de Blue Prince, creado por Banana Bird Studios y distribuido por Raw Fury. Este juego de acertijos y habitaciones cambiantes se destaca por romper reglas, fomentar el intercambio de teorías entre jugadores y generar una sensación de descubrimiento colectivo que permanece mucho después de apagar la consola.
En el terreno del RPG brilló Clair Obscur: Expedition 33, desarrollado por Sandfall Interactive y publicado por Kepler Interactive. Su impactante dirección artística, combate equilibrado y una banda sonora memorable lo posicionaron como una de las experiencias más ambiciosas y emotivas del año.
Desde Latinoamérica, Despelote, de Julián Cordero y Sebastián Valbuena con distribución de Panic, ofreció una mirada íntima y nostálgica al Quito de principios de los 2000, capturando la emoción colectiva de las eliminatorias rumbo al Mundial 2002 con un tono cálido, humano y profundamente personal.
La comedia y la narrativa se combinaron en Dispatch, de AdHoc Studio, una propuesta episódica donde el jugador no controla superhéroes, sino que los gestiona. Con diálogos ingeniosos, personajes complejos y mecánicas variadas, el juego encontró una voz propia dentro del saturado universo superheroico.
Uno de los regresos más esperados fue Hollow Knight: Silksong, de Team Cherry. Esta evolución del clásico indie amplió su mundo, refinó el combate y reafirmó el estatus del estudio como referente en plataformas de precisión, atmósfera y diseño artesanal.
La experiencia sensorial tuvo su lugar con Lumines Arise, de Enhance, una reinvención moderna del clásico de ritmo y rompecabezas. Fiel al legado del estudio detrás de Rez Infinite y Tetris Effect, el juego volvió a demostrar cómo música, imagen y mecánicas pueden fundirse en un estado hipnótico.
La lista se completa con propuestas como Pipistrello and the Cursed Yo-Yo, de Pocket Trap y PM Studios, que destacó por su movimiento expresivo y combate ágil; y Sword of the Sea, de Giant Squid, una aventura serena que combina exploración, emoción y una cuidada integración del DualSense para una inmersión sensorial única.
Finalmente, desde PlayStation Indies destacaron que estos títulos representan solo una parte de la enorme creatividad del ecosistema indie, acompañada por múltiples menciones honoríficas. El compromiso con apoyar ideas innovadoras sigue firme, con la expectativa puesta en un futuro aún más audaz para el desarrollo independiente.
