El estudio argentino Sixth Vowel presentó Element Space en Steam Early Access. Distribuida por Inca Games, la aventura espacial ofrece un combate por turnos con toques de RPG para luchar contra una organización que amenaza la paz de las estrellas.
Ficha técnica
- Fecha de salida: 20/11 (Early Access)
- Plataformas: PC
- ¿En español?: No
Requisitos mínimos
- SO: Windows 7
- Procesador: Intel Core i3-4170
- RAM: 8 GB
- Gráficos: GTX 550 Ti / Radeon HD 7770
- Almacenamiento: 10 GB
Requisitos recomendados
- SO: Windows 10
- Procesador: Intel Core i5-7600K
- RAM: 8 GB
- Gráficos: GTX 980 / Radeon RX 580
Overtest: una conspiración de múltiples caras
La distinguida nave Inspiration llega al epicentro de un debate histórico. Repartida en distintos gobiernos, la humanidad acaba de terminar una guerra y ansía alcanzar la cooperación universal.
Pero todo falla cuando infiltrados de la misteriosa entidad Tempest amenazan con impedir cualquier debate. Tras una breve batalla, el capitán Christopher Pietham escapa con sus colegas hacia un exilio que lo tendrá abocado a conseguir alianzas para acabar con un peligro que extiende sus tentáculos entre distintas facciones.
Ring de disparos
La introducción al gameplay también deviene la mecánica en sí misma: Element Space se basa en ir de batalla en batalla, a través de pasillos lineales que derivan en enfrenamientos o cinemáticas. En este marco, si el reloj del menú principal marca la medianoche, Tempest habrá ganado.
Hay un máximo de tres personajes a elegir, así como un arma y un consumible (por ejemplo, medikits). Por supuesto, el capitán Pietham es inamovible. La selección se antoja amplia y diversa, por cuanto cada integrante tiene sus propias skills y armas. El árbol de upgrades –con tres ramas definidas y distintas en cada héroe- completa un panorama muy claro respecto del entendimiento del desarrollo.
En el combate, cada guerrero tiene una acción primaria y secundaria. Siempre con el click izquierdo del mouse para activar personaje o skill y el derecho para volver, los movimientos se tornan accesibles y allanan el terreno para pensar la estrategia. Provistos de pasos limitados y solo una chance de atacar, recargar o curar, todo se transforma en un interesante tablero.
Se puede terminar el turno a voluntad, pero una vez hecho, hay que esperar a todos los pasos enemigos, por lo que Element Space destila buenas escenas interactivas por bloques. Además, las maniobras pueden contener explosivos y combates cuerpo a cuerpo (un lock melee del que no es fácil escapar).
Se conoce la precisión y el daño crítico de antemano, pero eso no significa que salga todo bien: los rivales pueden presentar escudos o, simplemente, estar bien cubiertos. El flanqueo es la opción óptima, pero el jugador puede quedar expuesto en la próxima ronda. Por lo tanto, cada alternativa tiene sus pros y contras.
Sin embargo, el principal problema de la obra es una curva de dificultad que castiga sobremanera. Un paso en falso puede significar la muerte, ahora o en la próxima ronda; un ataque, la necesidad de recargar y perder un turno. El punto culmen es la obligación de reiniciar una misión si todos los protagonistas caen en batalla. La idea está, pero necesita ajustes en determinados engranajes.
Por otro lado, cada decisión en los diálogos implica afectar no solo al comportamiento diplomático de los reinos, sino a los propios compañeros de equipo (lealtad, neutralidad o conflictividad) y su propio destino. De cualquier modo, sus efectos no se ven de inmediato y asoman algo desconectados de la propuesta bélica.
Párrafo aparte para la IA, que no vacila en retroceder si se ve amenazada, o usar la opción Overwatch para eliminar a cualquier que pase por su mira. Ello agrega un toque de versatilidad a la lucha armada, y no hace más que remarcar lo prolijo de la estructura primordial del juego.
Fuego y metal en 360 grados
Buena fluidez de cámara en todos sus ángulos –zoom incluido-, correctos y creativos modelados futuristas, controles un poco bruscos pero claros. El apartado gráfico de Element Space es un hito en la industria nacional.
Hay fallas de selección de personajes por la elección del click izquierdo como recurso fundamental, lo que se traduce en pérdida de turnos. Al mismo tiempo, la inmersión no es completa al no existir voces. Otra deficiencia es la sobreexplicación de las conversaciones en relación a un universo totalmente nuevo, más allá una palpable construcción humana en los ambientes futuristas.
Con todo, las deficiencias no opacan el conjunto: los entornos, si bien orientados solo a la cobertura, exhiben vida de forma extradiegética; las animaciones se desenvuelven con soltura y tratan de coincidir con los diálogos.
Se destacan enfrentamientos cuerpo a cuerpo que dejan buen sabor. Lo mismo ocurre cuando hay éxito en la estrategia que pretende aniquilar la mayor cantidad de enemigos en un turno. El motor Unity vuelve a demostrar su poder.
Finalmente, es imposible dejar de lado a Pablo Palomeque, director de arte que llegó desde el cine. Sus concept arts, visibles en las pantallas de carga, resultan magistrales y alcanzan a afianzarse en ciertos pasajes del juego. No por nada trabajó en películas como Metegol y El Secreto de sus Ojos o los títulos Alien: Colonial Marines y Civilization V.
Conclusión
Element Space cumple con lo que eligió ser. Solo falla en una inmersión histórica con demasiados ítems aislados y en la conformación de las variantes de la narrativa. Por lo demás, representa un sólido trabajo de gameplay e IA, cuyo estado Early Access da pie a que pueda mejorar sustancialmente.
Asimismo, el título señala la posibilidad del desarrollo argentino en la industria gamer. Pueden faltar recursos (como la introducción de voces), pero la capacidad nacional demuestra cada vez más hasta dónde puede llegar. Ahora, el universo dejó de ser su límite.