La franquicia Battlefield V no necesita mucha introducción, y ya es reconocible hasta por su banda sonora. Electronic Arts y DICE vuelven a la Segunda Guerra Mundial con su última entrega, y lo hace de forma más cruda que nunca.
Ficha técnica
- Fecha de salida: 15/11
- Plataformas: PlayStation 4, Xbox One y PC
- ¿En español?: Sí (interfaz y subtítulos)
- Precio: ARS$675 (Steam)
Requisitos mínimos:
- SO: Windows 7/8/10 de 64 bits
- Procesador: Core i5 6600K o equivalente
- RAM: 8 GB
- Gráficos: Radeon RX 560 o equivalente
- Almacenamiento: 50 GB
Requisitos recomendados (RTX):
- SO: Windows 10 de 64 bits
- Procesador: Intel Core i7 8700 o equivalente
- RAM: 16 GB
- Gráficos: GeForce RTX 2080
- Almacenamiento: 50 GB
Overtest: guerra en todos lados
La Segunda Guerra Mundial está en progreso, y todos sus frentes tienen efectos gigantescos. Las campañas pretenden reflejar eso, presentando el frente alemán o un ladrón convertido en soldado, entre otros puntos. Cada campaña añade elementos mecánicos que, finalmente, son aplicados al modo multiplayer.
Menos por más, igual a menos
Las campañas del juego (tres, de momento) siempre logran poner al jugador en una situación extrema, ya sea por volar a través de los Alpes en avión, plantar explosivos o atacar de frente al enemigo.
Esa intensidad nunca se pierde, y es lo que crea la experiencia Battlefield. De hecho, las misiones del modo campaña son las que realmente logran contarla. Tienen una buena dinámica que permite contextualizar los eventos con acción frenética aunque, por su estructura, pueden ser repetitivas luego de un tiempo.
La presentación es estelar desde el comienzo. Todos los elementos base funcionan más que bien para brindar esa sensación de caos controlado que permite al jugador mantenerse en la acción sin perderse. Aquellos que quieran un mayor desafío siempre podrán incrementar la dificultad para notar un daño más acorde al del multiplayer.
Por otro lado, los mapas son tan extensos que sirven tanto para las misiones individuales como para los mapas MP. Gigantes y repletos de detalle, permiten ser explorados a fondo y aprovechar sus recovecos online.
Todo se siente auténtico, hasta que no se siente más así. La presencia de una cantidad interesante de bugs resta inmersión, sobre todo cuando el jugador se queda atascado en los escombros o no puede completar un objetivo.
Como en todo Battlefield, es el modo online el que exprime su jugo. Las mecánicas siguen siendo su punto fuerte; todo es reactivo y rápido, aún con conexiones lentas. Sin embargo, se siente incompleto, y la presencia de bugs se hace notar al disparar a humanos.
Todos estos problemas y la falta de innovación en multiplayer (cualquier cosa fuera del modo Conquista está bastante apagado) dan la sensación de que el desarrollo del título se apresuró de alguna manera, o que existiera alguna una traba virtual que impidiera su progreso. Es curioso cómo un juego que tiene mecánicas tan pulidas como el manejo de armas y cinemáticas puede caer en problemas tan triviales.
Por los ojos y oídos
La experiencia cinematográfica de Battlefield no deja de mejorar. Es excelente cuando los gráficos (altamente escalables para cualquier sistema) y el sonido trabajan al unísono. Es muy bueno el remix de la banda sonora original de la saga, alejado del intento de dubstep de la tercera y cuarta entrega.
El motor gráfico es impresionante. Salvo a mucha altura, es difícil notar texturas repetidas. El uso de tecnologías como la teselación aumenta el detalle a niveles astronómicos y, como el motor es tan versátil, es muy fácil encontrar el balance entre buen rendimiento y calidad gráfica.
El apartado gráfico también se ve favorecido por nuevas tecnologías como RTX (Ray Tracing), presente con las nuevas placas de Nvidia.
Los sonidos son ricos en detalle. Al permitir diferentes configuraciones, siempre se asegura la mejor experiencia.
Conclusión
Battlefield V es una forma de EA y DICE de decir “sabemos lo que hacemos, pero sólo eso”. El aspecto técnico es sublime tanto en audio como gráficos, y las sensaciones que el juego genera son excelentes.
Sin embargo, todo esto se ve mermado por detalles que restan. Bugs, poca innovación en modos y escasas campañas (no más de tres horas en total) reducen esa adrenalina inicial. El gamer promedio va a disfrutar Battlefield V, pero si quiere tener un juego completo que mejore los anteriores, más le vale esperar unos meses para recibir el producto pulido.