Cansados de los shooters lentos actuales, la gente de 3D Realms y VoidPoint traen el viejo motor gráfico Build Engine para sacar un nuevo juego: Ion Fury, un tributo a los clásicos Duke Nukem y Blood.
Ficha técnica
- Fecha de salida: 15/08/19
- Plataformas: PC
- ¿En español?: Sí (Texto)
- Precio: ARS$ 279.99
Requisitos mínimos
- SO: Windows 7, 64-bit
- Procesador: Cualquier CPU de 64 bits
- Memoria: 1 GB
- Gráficos: Placa integrada con 512mb
- Almacenamiento: 100 MB de espacio disponible
Requisitos recomendados
- Procesador: Intel Core i5, Ryzen o equivalente
- Memoria: 2 GB
- Gráficos: Placa AMD o Nvidia con 1Gb
Overtest: the….queen is back
Shelly “Bombshell” Harrison ganó su nick desactivando explosivos, pero en estos tiempos, la mente maestra detrás de un culto de agentes cibernéticos Dr. Jadus Heskel (con la voz de John St. John) ataca y Shelly debe dejar de desactivar bombas para hacer explotar todo.
Un tributo bastante preciso
En pocas palabras, Ion Fury es un tributo que sigue a rajatabla los clásicos como Duke Nukem, Blood y Shadow Warrior. Esto significa acción frenética con movimiento muy rápido, sprites 2D, muchas armas y mucha violencia.
Siguiendo los patrones de los títulos anteriores, Ion Fury no tiene ningún tipo de tutorial, por lo que es necesario revisar los controles para aprender funciones como el uso de medikits. Las dificultades están bien escaladas según la opción, y es relativamente fácil quedarse sin balas, por lo que es necesario contar bien los tiros y usar los modos de disparo alternativos de cada arma.
Los mismos permiten por ejemplo el uso de puntería automática con el revolver, el cambiar la escopeta por un lanza granadas, o una bomba que se puede usar como bola de boliche. Estos más que agregar una alternativa, se vuelven indispensables en ciertas situaciones, ya que ciertos bosses pueden traer picos de dificultad bastante injustos, irremediablemente de la dificultad.
El tributo a los clásicos no se queda ahí ya que, para bien o para mal, también sigue con el mismo estilo de mapa. Esto significa que los niveles son amplios, con puertas bloqueadas con tarjetas de colores, y muchísimos caminos divergentes que llevan a secretos. El problema con esto es el hecho que, fuera del mapa, no hay un sistema de waypoints, lo que lleva a que el jugador se pierda fácilmente buscando el camino a seguir.
Afortunadamente el mapa viene acompañado de cientas de referencias, desde detalles de juegos pasados a películas como The Room, o interacciones únicas. Pero eso no logra quitar el hecho que los mapas pueden ser un dolor de cabeza.
Su siguiente, y quizás mayor problema es el hecho que no intenta diferenciarse de los demás juegos. Si bien tendrá su acción y armas, ninguna se aleja mucho de lo que ya fue explorado hace más de 25 años…..
Un tributo demasiado preciso
Al utilizar el Build Engine, Ion Fury logra captar ese estilo único presente en los juegos anteriormente mencionados, con algunas implementaciones, como modelos 3D de armas y objetos. Estos, mezclados con sprites de enemigos y otros objetos, le da un aspecto bastante particular para estos tiempos actuales.
Es necesario tener en cuenta las limitaciones del motor gráfico, pero aún así, los desarrolladores podrían haberse esmerado un poco más para pulir un poco más el motor. Si bien hay detalles que se extrañaban del Blood como poder patear las partes de los enemigos, la violencia no difiere mucho de lo que había antes. En ese sentido, el juego es incomparable con mods como Brutal Doom.
El aspecto de sonido muestra mejoras, ya que los efectos son “actuales”, pero cuentan con un sampling que recuerda a aquellos tiempos en que el sonido era procesado por una SoundBlaster vieja. La música también recuerda aquellos tiempos, con melodías repetitivas pero que siempre mantenían un buen ritmo, aún cuando era difícili encontrar la manera de progresar.
Conclusión
Afortunadamente para algunos, desgraciadamente para otros, Ion Fury es casi idéntico a los juegos de antaño. Los que extrañaban la falta de checkpoints, puntos de vida y referencias a los ’80 se encontrarán en la gloria. Sin embargo, aquellos que no quieran lidiar de nuevo con los problemas conocidos de estos títulos, quizás sea mejor esperar a un descuento para disfrutar de su acción, o esperar a otro título que cambie el paradigma de estos clásicos sin romperlos.