Luego de excelentes juegos de ninjas como Sekiro: Shadows Die Twice, y excelentes juegos de acción como Hotline Miami, Askiisoft responde con “teneme la cerveza” y presenta Katana Zero.

• SO: Windows 7 de 64 bits y superiores
• Procesador: Intel Core i3-3240 (2 * 3400) o equivalente
• RAM: 2 GB
• Gráficos: GeForce 8800 GTS (512 MB)

Overtest: manipulando el tiempo

El jugador protagoniza la vida de un ninja asesino a sueldo, devoto a su trabajo, pero con un pasado algo turbio. Sus reflejos inhumanos y su experiencia pasada en la guerra lo marcaron de por vida, y a medida que se encarga de diferentes casos, desentrama su pasado.

Se trata de una historia que, a simple vista, no posee mucha profundidad. Sin embargo,  la manera que se desentrama demuestra que todavía hay mucho por descubrir dentro del género. La presencia de diálogos (algunos subiditos de tono) que no sólo pueden cambiar la conversación sino también pueden ser interrumpidos con otras líneas agregan a la historia. De esta manera, casi cualquier momento de exposición puede ser cortada como con una espada.

De la misma manera, el juego aprovecha la mecánica de manipulación del tiempo para contar una historia atrapante. Afortunadamente la misma se presta para una continuación muy necesaria, ya que el arco del protagonista y otros personajes no se cierra por completo.

Una vez dentro del juego, el jugador descubrirá rápidamente las capacidades del protagonista. Toda habilidad se ve limitada por los reflejos del jugador; rebotar balas, esquivar en el aire, rebotar golpes, lanzar ítems y hacer roll cubren su abanico. Parece simple, pero cuando se usa correctamente, es posible generar situaciones increíbles. La posibilidad de hacer las cosas en cámara lenta agrega una capa que permite ser más preciso en los momentos necesarios. A pesar de parecer overkill, esta habilidad se vuelve casi indispensable en varias escenas, y extremadamente satisfactorio.

Los niveles se suelen dividir en secciones, las cuales una vez superadas, muestran una replay de lo sucedido en tiempo real. De esta manera el jugador puede ver diferentes maneras de tacklear sus obstáculos o mejorar los tiempos. Estos niveles suelen estar repletos de diferentes enemigos, desde matones básicos, a torretas o guardias con escudos. Cada uno tiene una estrategia eficiente, pero la creatividad a la hora de usar las habilidades y objetos también puede ayudar. Y a fin de cuentas, se vuelven más que necesarias, ya que un sólo ataque de cualquiera de estos enemigos puede matar al ninja, así como éste a sus enemigos.

Cada unos cuantos niveles, el jugador encontrará bosses, que pondrán a prueba sus reflejos, memoria y capacidad de manejar el tiempo. Muchos de estos tienen poderes similares sin embargo, y pueden presentar desafíos muy interesantes y divertidos.

En este sentido, la dificultad demuestra un balance particular. Debido a que no hay mejoras, lo único que mejora con el tiempo es el jugador mismo. De la misma manera, cada nivel es relativamente corto, por lo que se vuelve fácil volver a intentarlo con otras estrategias. Es muy posible morir varias veces por cada nivel, pero nunca se siente imposible. Esto en parte se debe a los controles que responden inmediatamente a todas las entradas, así como al puntero del mouse.

Quizás el mayor pecado de Katana Zero yace en el largo de su campaña. Con varios reintentos por nivel, bastaron cinco horas para terminar el juego en su totalidad. Aún así, fueron cinco horas de pura intensidad que nunca se sintieron aburridas o frustrantes.

Suave, como la sangre en el verano

Parte de la satisfacción detrás de Katana Zero viene de parte de su dirección artística. El combate viene acompañado de un estilo 2D con un grado de animaciones que impresiona. Toda acción tiene su reacción; las balas rebotan con un efecto acorde, la sangre vuela en dirección contraria al golpe, y todo es fácilmente reconocible en todo el caos. Hasta las animaciones de las cinemáticas demuestran una fluidez que pocas veces se ve, sobre todo en juegos de ésta índole.

De la misma manera, el aspecto sonoro muestra un cuidado muy particular. De hecho, hasta es posible rebotar balas sin usar la cámara lenta, gracias al feedback sonoro de todos los ataques. Es realmente un placer ver que tanto el aspecto gráfico y sonoro funcionen en armonía.

La música es otro punto fuerte. Al entrar a cada nivel, el ninja se pondrá los auriculares y seleccionará una pista a reproducir. Su banda sonora de parte de Ludowic recuerda en parte a grandes como Carpenter Brut, pero presenta su propio estilo. No será tan fuerte en bajos quizás o tan icónico, pero cada tema tiene su identidad que no cansa al repetirse.

Conclusión

Katana Zero es una sorpresa muy grata. Un juego que aprovecha muy bien las mecánicas que posee y las exprime al máximo. Así entonces presenta un juego que pelea al lado de grandes como Hotline Miami pero sin intentar quitar su puesto. Su historia atrapante compañada de un combate increíblemente satisfactorio y un sistema de animaciones que deja boquiabierto es una combinación muy buena, y difícil de superar.

Su mayor defecto podría ser diferido con un precio que es más que acorde a su contenido, y la promesa de una continuación no hace más que sumar a la expectativa. La Katana demuestra tener mucho más filo del que parece con este indie.